¿Necesito un entrenador personal?
Es una figura imprescindible hoy en día en todos los gimnasios. Originalmente propio de una elite minoritaria, durante la última década los entrenadores personales se han popularizado y se han convertido en un servicio asequible para cualquier bolsillo. Ahora bien, ¿es lo que le falta a tu programa de entrenamiento o puedes seguir solo?
Un entrenador personal es un profesional entregado a tu bienestar físico capaz de orientarte y guiarte en el camino hacia tus objetivos. Su punto fuerte es la capacidad de motivarte y animarte incluso cuando tú ya no crees en ti mismo, pero es mucho más que eso.
Hoy en día los entrenadores personales son profesionales cualificados para desarrollar programas de fitness personalizados a la medida del usuario. Se trata de expertos formados y especializados con muchísima información de calidad sobre qué funciona y qué no en fitness, qué es saludable y qué nueva moda es en realidad una práctica poco recomendable.
En la primera visita con un entrenador no esperes que te obligue a calzarte las zapatillas y hacer doscientas flexiones a un ritmo marcial. Nada más lejos de la realidad. Lo primero y más importante para él será conocerte a ti, tus metas, tu punto de partida y cómo estás físicamente, así que espera una larga entrevista sobre tu modo de vida y tus hábitos alimentarios, un paseo a la báscula y un abrazo de la cinta de medir.
Con estos datos, el entrenador podrá crear la tabla de fitness adecuada y programar los ejercicios complementarios que necesites según tu proyecto.
La palabra clave cuando hablamos de un entrenador personal es eficiencia. Cuando no eres un deportista profesional, el número de horas que le puedes dedicar al ejercicio cada semana es limitado, por eso es importante que estén bien aprovechadas.
En general, cualquier persona puede beneficiarse del asesoramiento de un entrenador personal pero en particular es especialmente recomendable en dos casos: uno, si acabas de volver a hacer ejercicio después de mucho tiempo y necesitas orientación para ponerte de nuevo en marcha, y dos, si llevas varios meses entrenando por tu cuenta sin ver resultados.
También aquellos deportistas aficionados que compitan en categorías profesionales o amateurs pueden mejorar su rendimiento con la ayuda de un entrenador personal. ¿Haces pádel? ¿Juegas al golf? ¿Te estás preparando para correr tu primera maratón? Optimiza tu tiempo y consigue el mejor partido de tus horas de duro entrenamiento con la supervisión de un experto. Un entrenador personal te diseñará la tabla que necesitas para aumentar tu agilidad, tu velocidad, tu fuerza y tu resistencia.
Trabajar duro sin obtener resultados sólo produce frustración y desánimo, y ahí es donde los servicios de un entrenador personal cobran todo su sentido: te levantará del suelo, hará que vuelvas a creer que lo que quieres es posible de conseguir y trabajará en tu rutina de fitness con dedicación hasta que logres lo que te has propuesto.
Además, el hecho de tener que “rendir cuentas” a otra persona sobre los ejercicios que realizas entre cita y cita es un poderoso motivador psicológico para no perder el ritmo y comprometerte contigo mismo de verdad. Porque sí: es muy probable que tu entrenador te ponga deberes para casa si vuestra cita es semanal.
Atrás quedó ya la imagen del entrenador personal como un lujo al alcance sólo de unos pocos privilegiados. Gracias a la difusión y a numerosos testimonios de éxito cada día más personas disfrutan de este guía de excepción hacia el mundo de la salud y el bienestar físico.
