Por qué deberías entrenar con pesas rusas
Han llegado a los gimnasios de todo el mundo para quedarse. Las kettlebell o pesas rusas causan furor allá donde van porque permiten conseguir mejores resultados en menos tiempo que el entrenamiento tradicional.
Estas peculiares pesas tienen su origen en Rusia y han dado la vuelta al planeta gracias a su sencillez y su increíble funcionalidad. Con ellas podemos desarrollar nuestra fuerza general y, al mismo tiempo, nuestra capacidad aeróbica.
¿Es posible que un entrenamiento con pesas sea en realidad un ejercicio cardiovascular? Sí. Gracias a que su centro de gravedad no se encuentra en el asa y a que los movimientos que realizamos con ellas son de tipo lanzado, el entrenamiento con pesas rusas es un estupendo ejercicio aeróbico.
Esto lo convierte en un ejercicio muy práctico para quienes disponen de poco tiempo libre porque permite trabajar cardio y fuerza a la vez sacando el mayor partido a las horas de entrenamiento. Con las pesas rusas además de fuerza ganaremos agilidad, coordinación, potencia y control de movimientos.
El centro de gravedad desplazado de las kettlebells activa los músculos estabilizadores y al ser los movimientos lanzados pero controlados trabajas un rango mayor de músculo en cada repetición. Así, te aseguras de que no dejas nada al azar con este ejercicio cardiovascular de alta intensidad.
Está comprobado que los ejercicios que involucran todo el cuerpo a la vez funcionan mucho mejor que aquellos que aíslan el trabajo por grupos musculares. Cuenta con que ganarás una mayor flexibilidad y que fortalecerás tendones y ligamentos, reduciendo así el riesgo de lesión. Como contrapartida, no esperes desarrollar músculo como harías con las pesas tradicionales.
Las kettlebell no sirven para ganar músculo como tal porque se centran en el movimiento y en ser un ejercicio funcional para todo el cuerpo. Es un ejercicio completo para quienes buscan mejorar su forma y tono físicos de modo general y coordinado y para aquellos que buscan perder peso de forma saludable y sin descuidar el tono muscular en el proceso.
Así que no temas, aunque ganes tono muscular no vas a convertirte en Hulk con las kettlebells. Eso sí, ganarás una figura esbelta, magra y bien definida gracias a la práctica habitual con las pesas rusas. Con las kettlebells puedes aspirar a conseguir unos hombros anchos, definir tus abdominales y desarrollar los músculos de los brazos y la cintura al reducir la grasa corporal y darle al músculo su sitio natural.
Además de los abdominales por el trabajo que realiza de la zona core, las kettlebells te ayudarán a fortalecer tus lumbares y reducir esos molestos dolores de espalda por el enfásis que pone en la parte trasera del cuerpo y en especial en la parte baja de la espalda, las caderas y los glúteos.
Del mismo modo, también fortalecen y mejoran la posición de los hombros y, como consecuencia directa, una mejor postura corporal porque al trabajar todos los grupos musculares de forma coordinada se corrigen los desequilibrios musculares entre ambas partes del cuerpo.
Deja que tu imaginación trabaje. Con una sola kettlebell puedes combinar numerosos ejercicios de diferente dificultad para mantener el entrenamiento siempre estimulante y divertido. Las pesas rusas no son un ejercicio para hacer viendo la tele. Requerirán toda tu atención y concentración durante el tiempo que dure la actividad pera a cambio verás mejorar notablemente tu coordinación y equilibrio general.
Como extra, las kettlebells también son utilizadas en tratamientos de rehabilitación para corregir lesiones de la parte inferior del cuerpo, puesto que ayudan a ganar estabilidad y flexibilidad. Las grandes ventajas de este entrenamiento diferente y sencillo hace que merezca la pena darle una oportunidad a ejercitarse con pesas rusas. ¿Te atreves?