Las ventajas del Spa: mucho más que ocio
Decir que vas al gimnasio para ir al spa puede ser motivo de burla. “¿Al spa? ¡Eso no es ir al gimnasio!” Nosotros no estamos de acuerdo y hoy vamos a compartir contigo algunos de los principales beneficios de acudir regularmente al spa.
Aún existe mucha gente que piensa en el gimnasio como una pequeña recreación de Esparta donde se va a sufrir y a luchar, sin embargo incorporar la visita al spa dentro de tu rutina semanal puede tener unos beneficios para tu organismo y para tu bienestar general que no te esperas.
La falta de tiempo suele ser un problema habitual, por eso es tan importante encontrar un buen spa en el centro de la ciudad que nos permita atender nuestras obligaciones sin descuidarnos a nosotros mismos.
Tradicionalmente, los baños y las termas han formado parte del ritual de salud y bienestar de toda la humanidad. Desde los romanos hasta los árabes, pasando por las termas griegas, nuestros antepasados han sido muy conscientes de los aportes que los baños de agua caliente y de vapor tienen para nuestra salud.
En algunas culturas asiáticas, especialmente la china y la japonesa, las visitas periódicas a los spa y baños tradicionales son casi religión. Comprenden que dedicar un tiempo a mimar el cuerpo a través del agua y los masajes es una forma de alcanzar el bienestar completo, físico y espiritual. No en vano los mejores masajistas se encuentran en Asia y sus técnicas milenarias son envidiadas por los expertos occidentales.
¿Qué saben ellos que nosotros hemos olvidado? Las propiedades de un baño de agua caliente o de un baño de vapor sobre el cuerpo van más allá de lo meramente relajante. Además, en los centros de spa suele haber varias piscinas con diferentes temperaturas e intensidades de aguas que combinar para obtener diferentes efectos.
Por ejemplo, los baños de agua caliente y fría alternos mejoran la circulación y relajan la musculatura. El calor también abre los poros y permite una limpieza completa de las toxinas del cuerpo y de la suciedad que a veces provoca problemas de acné.
Al relajar todo el cuerpo, los efectos calmantes ayudan a liberar el estrés y calmar la ansiedad, dos factores muy importantes vinculados a los problemas de insomnio, tan lamentablemente frecuente hoy en día. El vapor también es beneficioso para nuestra salud porque nos ayuda a oxigenar la piel y a abrir las vías respiratorias.
Quienes padecen enfermedades óseas saben bien el poder que tiene sumergirse en agua tibia o caliente para aliviar los dolores propios de la artritis o la artrosis, así como aquellos que se recuperan de una lesión en los tendones.
Además, el ambiente relajado y tranquilo que caracteriza a los spa ayuda a la meditación y a la relajación espiritual. Prueba a combinar una sesión de spa con tus clases de yoga para volver a la vida diaria renovado por dentro y por fuera.
Es cierto que para muchos una tarde en el spa puede parecer un capricho autoindulgente, pero en un mundo donde las tensiones y las prisas del trabajo diario, la presión de atender a la familia y a los amigos y las responsabilidades económicas y financieras nos hacen descuidarnos a nosotros mismos y ser negligentes con nuestra salud física y emocional, es necesario recordar que el cuerpo no es una máquina sino un organismo vivo que requiere cuidados y atención.
Encontrar un tiempo de calidad para estar a solas con un mismo, meditar, resetearnos y poner el contador a cero es fundamental para una vida plena y consciente. Una vida, en definitiva, más feliz.